CORTINAS DE ESTILO BARROCO: La opulencia del XVIII

El estilo Barroco es una corriente artística y decorativa que se originó en Europa en el siglo XVII y se extendió hasta mediados del siglo XVIII. Es un estilo caracterizado por su opulencia, exceso de detalles ornamentales y dramaticidad. Nació como un reflejo del poder de la Iglesia Católica y la monarquía, buscando impactar tanto por su magnificencia como por su emocionalidad. El barroco enfatiza las formas curvas, los contrastes de luz y sombra y el uso de detalles ornamentales con un gran dinamismo visual

¿Qué cortinas poner en un espacio barroco?

Las cortinas en el estilo barroco deben seguir el mismo principio de opulencia y decoración exuberante que el resto del espacio. La clave está en elegir telas lujosas, colores intensos y detalles ornamentales que complementen la grandeza del ambiente.

Materiales lujosos y pesados

Las cortinas barrocas deben ser de terciopelo, seda, damasco o brocado, que aportan una sensación de lujo. Los materiales deben ser gruesos y pesados para crear una caída dramática y elegante. El terciopelo es especialmente popular por su capacidad de reflejar la luz y dar un acabado rico y brillante

Colores profundos y saturados

Las cortinas en un espacio barroco deben ser de colores intensos y dramáticos. Los tonos más comunes son rojo burdeos, dorado, azul marino, verde esmeralda y morado profundo. Estos colores no solo añaden una sensación de elegancia, sino que también refuerzan la sensación de riqueza en el espacio

Cortinas con detalles ornamentales

Las cortinas barrocas suelen tener bordados intrincados, flecos o galones dorados. Estos detalles añaden un toque de sofisticación sin perder la exuberancia propia del estilo. Los lazos de seda o borlas decorativas en la parte superior de las cortinas también son comunes

Cortinas largas y pesadas

El barroco favorece las cortinas largas, que caen hasta el suelo y a menudo se extienden sobre el borde del umbral. Estas cortinas deben ser pesadas y densas, de modo que se vean imponentes y con una caída dramática. Los pliegues o drapeados son importantes, ya que aportan un aire de elegancia y grandeza

Cortinas con forro

Es común que las cortinas barrocas tengan un forro pesado de terciopelo o seda para crear un acabado de lujo completo. El forro no solo mejora la caída de la tela, sino que también ayuda a controlar la entrada de luz y proporciona privacidad

Sistemas decorativos

Los sistemas de cortina en el estilo barroco deben ser igualmente ornamentales. Los sistemas pueden ser de madera dorada o metal con detalles tallados o incrustaciones. Los candelabros de hierro dorado o las varillas de madera lacada con detalles dorados o plateados son opciones que combinan bien con el entorno barroco

Cortinas en capas

Las cortinas barrocas suelen estar en capas. Por ejemplo, puedes colocar una capa de seda ligera o organza en el interior, que filtra la luz suavemente, mientras que una capa exterior más gruesa de terciopelo o damasco proporciona privacidad y un toque de sofisticación

Ejemplo de ambiente Barroco con cortinas

Imagina un salón grandioso con paredes adornadas con frescos y molduras doradas. Los muebles son de madera oscura con tallados dorados y las alfombras son de terciopelo rojo profundo. Las ventanas están vestidas con cortinas de terciopelo burdeos con bordados dorados que caen pesadamente hasta el suelo. Los lazos de seda dorada adornan la parte superior de las cortinas, mientras que flecos dorados cubren el borde inferior. Los sistemas de cortina son de oro macizo con detalles tallados y espejos dorados en las paredes reflejan la luz que entra por las ventanas, creando un ambiente exuberante y dramático